viernes, 15 de noviembre de 2013

Impacto ambiental de agroquímicos en los altos Andes Merideños

     En la actualidad muchas de las actividades que se realizaban por nuestros antepasados de manera manual y consciente han cambiado. La globalización e industrialización han generado cambios mundiales y en muchos casos son poco favorables para la humanidad, los seres vivos y el planeta. Con la modernización e industrialización ingresó en la civilización el término “simplificación” de las actividades, las tareas haciendo la vida más compleja generando más existencia y menos vivir para sus ciudadanos, escenario en el cual la agricultura deja de ser una agricultura campesina para convertirse en agricultura intensiva.

      La alimentación es una de las necesidades fisiológicas reflejada dentro de la pirámide de las necesidades de Maslow. Algo tan básico y necesario como alimentarse es lo que garantiza de alguna manera la vida y en la mayoría de los casos desconocemos el contenido y tratamiento previo de los productos que consumimos. Los agricultores en su mayoría se han visto en la necesidad de incrementar y hacer mas provechosos sus tierras y cultivos, a través del uso de pesticidas o fertilizantes con el objeto de hacerlos más productivos y obtener mayores ingresos económicos; sin estar conscientes de las consecuencias de dichas acciones que influyen potencialmente en los ecosistemas de la zona,  la salud de los consumidores finales y de todo una civilización cuyas afecciones pueden llegar a ser irreversibles.

     Por lo tanto según el estudio realizado por la profesora Olga Molina acerca del impacto ambiental de agroquímicos en los altos Andes Merideños concluye que es necesario sembrar valores y conciencia; mas allá de una actividad rentista y de la productividad y rendimiento de los suelos; en consecuencia se está poniendo en juego la salud de las personas influenciada por el consumo de productos agrícolas tratados químicamente.

     Es necesario promover y difundir la agricultura orgánica y de valores, un consumo sano a través de la siembra y cosecha de cultivos tratados sin químicos, apoyar y difundir proyectos locales con iniciativa y sentido social que pretenden rescatar aquellos valores que quedaron opacados por una cultura consumista y cuyo fin es explotar los recursos con el objeto único de la retribución económica.

     Se debe sensibilizar tanto a los productores como a consumidores acerca de la conservación del medio ambiente, los ecosistemas y las consecuencias del uso de químicos sobre plantas, suelos y su consumo. Es indispensable  apoyar proyectos locales que nacen debido a la detección de este tipo de necesidades por parte de sus emprendedores; como lo es el Proyecto Agroecológico Techos Verdes, un proyecto con valores ambientales cultivando la consciencia ecológica.




No hay comentarios:

Publicar un comentario